Recuerdos
Por Leila Martínez Gil Recuerdo el día en que te conocí, todo estaba lleno de emoción, de ilusión,pues emprenderíamos un viaje el cual en cierto punto esperábamos que valiera la pena, lo valió, te conocí. En el momento del regreso, hablamos de muchas cosas en general, pero un tema en especial, se empezó a asomar de manera particular, se me hizo bastante curioso que pensaras cosas similares a las mías, supongo que de esa forma me sentí un tanto enganchada a ti, te me hiciste bastante interesante. Yo creí que era uno de esos encantos pasajeros que luego se dan, pero no fue así, desde el momento en que dejé el bus, no dejé de pensar en ti, la curiosidad, me mataba, y al pasar los meses, me di cuenta de que lo hizo, y lo hizo de la manera más cruenta de la que te puedas imaginar. Sabía que el sentimiento y las cosas que ambos hacíamos no podrían ser, que todo tenía un límite, esa fue la condición que yo tomé, que ambos aceptamos, pues ambos teníamos compromisos de los cuales no n