Venganza

Por Gabriel Domínguez Vásquez

Fragmento:

La realidad es una y decreta que nunca nada es suficiente, nada va a complacer a todos, y nada va a satisfacer completamente a la persona amada. Puesto que la vida es un maestro y a decir verdad, es el peor de todos. Siempre te ha de presentar la prueba antes de darte siquiera una noción o enseñarte un poco de teoría. La vida es cruel, porque uno como persona intenta ajustarse pero la vida sigue injusta. Amas a quien no te ama por haber despreciado a quien te amo. Y desprecias a quien te quiere porque no te gusta su ser, o simplemente porque no lo ves, no lo aprecias o ni siquiera intentas percibir quien o como es. A veces, obtienes nada a pesar de darlo todo, y en ocasiones ganas y adquieres todo en el peor momento o sin siquiera dar un poco de esfuerzo. Es ironía, es desdicha, es blasfemia ¡No lo sé! Así es la vida, o tal vez me tocó vivir así.

Y no soy él problema, puesto que no busco y no pretendo hacerle daño a nadie. Tal vez no ayude en nada, y a veces ni siquiera ponga una exigua parte de mí para hacer que las cosas cambien. Pero no me puedes culpar por ser así, porque lo que emana del producto de lo que hago y digo no te afecta. Sólo podrás atribuirme todo el odio y justificar todo tu desprecio, cuando te brindes siquiera una pequeña oportunidad para apreciarme, y me ofrezcas un instante de tu tiempo para escucharme. Y así y sólo así, conozcas quien soy en realidad. Es aquí, cuando todos los cuestionamientos y criterios acerca de mí por parte de ti o de otros se hacen válidos. Y es el momento donde ya no sólo te considero, sino te aprecio.


Además en la vida, he de llevar siempre el haz de perder y tiendo a estar vencido y sumergido, porque la derrota y la desdicha es un pan de todos los días. Pero aun así, nunca he de rendirme, nunca he de perecer. Porque no es quien seas por dentro, son tus actos los que te definen y el león no es como lo pintan. La vida me hizo fuerte, esa es la verdad, y no es oro todo lo que brilla ni todo lo que aparenta errar está equivocado. Me toco morir, me toco resucitar. No obstante, no soy Jesús para perdonar o para perdonarme a mí mismo de todo lo que los demás han sido y han hecho, o como yo he actuado o lo que he dicho. Vive y deja vivir, es lo que te pido, y si provocas mi muerte algún día, otórgate el privilegio de sonreír en ese momento. Ámame cuando me haya ido, porque amar es querer morir de amor, y de no ser así... Regresare desde el mismísimo Infierno para vengarme, y no de ti ni de nadie, sino de Dios...


"Todos los hombres matan lo que aman... Unos matan su amor cuando son jóvenes y otros cuando son viejos; unos lo ahogan con manos de lujuria, otros con manos de oro... Unos aman muy poco, otros demasiado, algunos venden y otros compran; unos dan muerte con muchas lágrimas y otros sin un suspiro; pero aunque todos los hombres matan lo que aman, no todos deben morir por ello."

Comentarios

Entradas populares de este blog

20.11.13

Sin nombre

Sentimientos encontrados...